Evolucionando hacia lo desconocido: Un trayecto de la experiencia del consumidor en la era DIGITAL

Era un viernes 13 de marzo de 2020, y como de costumbre iba de camino a mi trabajo en una aceleradora empresarial. Ese día era como cualquier otro viernes el cual compartíamos en las tardes luego de un día arduo de trabajo y logros alcanzados durante la semana. Sin saber que sería el último viernes que nos veríamos y sentiríamos ese calor humano. Sin saber que visitar un supermercado de manera habitual sería cosa del pasado.

A medida que pasaba el fin de semana, los medios nos inundaban con noticias sobre la pandemia, provocando un ambiente lleno de incertidumbre y preocupaciones. Se platicaba desde que habría un cierre imparcial y hasta completo (un toque de queda) el cual mi generación nunca había vivido. Me acuerdo que de las 24 horas del día unas ocho horas estábamos pegados a los noticieros.

El 15 de marzo la gobernadora Wanda Vázquez Garced decretó un toque de queda. Este implicaba quedarse en el hogar las 24 horas del día hasta el 30 de marzo. En ocasiones, podían salir las tablillas pares y las otra impares. Luego se extendió el tiempo de encierro y al sol de hoy he perdido la cuenta de cuántos días estuvimos encerrados.

Tras el encierro y las dificultades para poder salir y respirar aire fresco, fuimos impulsados a buscar nuevas alternativas de innovación para buscarse el peso día a día o para poder adquirir los artículos de primera necesidad. Pasaba horas navegando por las redes sociales desde donde pude conocer las iniciativas de los emprendedores y el comercio electrónico. Y caí, caí en mi primera compra.

Bajé un sin número de aplicaciones de entregas a domicilio como UBER EATS, UVA, SHEIN y Amazon, cómo olvidar esos momentos. Solía adquirir los productos cuando no podía salir por los números de las tabillas del auto y hasta cuando había que recogerse a las 9:00p.m. En la actualidad sigue siendo así, no recuerdo la última vez que compre ropa físicamente.

Ahora no tengo que moverme desde la comodidad de mi hogar para adquirir lo que me gusta. Tengo tantas opciones para elegir que hay veces que me tardo más de lo que he provisto para hacer la compra de comida, ropa, zapatos y cualquier otro artículo desde el mundo digital.

Solo necesito leer las instrucciones del procedimiento y las reseñadas de los consumidores, comparar los precios y los beneficios. Después, coloco mi tarjeta y listo. En unas semanas puedo obtener mis artículos o al instante. Aunque, destacó que muchas veces es desesperante la espera de que lleguen los artículos, pues, estaba acostumbrada a que iba a las tiendas y los adquiría rápidamente. Ahora los productos escasean. Digo los que busco porque son muy específicos.

A medida que el mundo digital evolucionó, mi bolsillo también. He logrado conseguir mejores ofertas (ahorraba más) en comparación a si visitaba una tienda física. Mi viaje hacia a la Era digital ha cambiado no solo lo que compro, sino cuándo lo compro.

Aprecio la comodidad, el ahorro de tiempo, dinero y gasolina.

Continuará…